Las esponjas marinas, y los ecosistemas oceánicos más profundos, son una fuente de moléculas de gran interés biomédico. Tres proyectos europeos plantean una explotación sostenible de esos recursos, con el uso de herramientas genómicas para producir estas moléculas y evitar la sobreexplotación.
La estrategia de búsqueda de los seres vivos o células puede ayudar al desarrollo de aplicaciones dirigidas al rescate de personas, a la localización de animales o la detección de patógenos. En el Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC) trabajan en esta área. En una investigación reciente, han estudiado la estrategia de búsqueda de patógenos de los linfocitos T.
Este mes de abril hay cambios relevantes en la ley española de patentes. La nueva norma, que reemplaza la de 1986, pondrá a España al mismo nivel que los países de su entorno. Entre los cambios más relevantes está la supresión de la admisión de patentes por el procedimiento de concesión sin examen previo, lo que reforzará la seguridad jurídica de los titulares.
Un gen de la planta Artemisia annua permite obtener plantas que producen el doble de artemisinina. Esta molécula es un tratamiento estándar a nivel mundial para la malaria, avalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El hallazgo supone un importante paso hacia la reducción de costes de producción de artemisinina.
Una nueva técnica, desarrollada por científicos de varias instituciones públicas de investigación, mejora la Transcription Activator‐like Effector Nucleases (TALENs), y hace que este método de edición genómica sea más eficaz. Dos empresas biotecnológicas desarrollarán las aplicaciones.
Un equipo de científicos del CSIC y de la Universitat Politècnica de València ha desarrollado un sistema que permite cortar tejidos con trayectorias curvas. Consiste en un software y un accesorio que se acopla a la herramienta estándar para cortar los tejidos y ofrece una aproximación radicalmente nueva para estudios de neurociencia, biomedicina y biología.
El dispositivo se ha probado con suero humano. Permitiría además obtener los resultados clínicos en menos de cinco horas. La tecnología, desarrollada y patentada por el CSIC, está siendo aplicada además para la detección precoz de algunos tipos de cáncer.
El objetivo es validar una nueva familia de candidatos a fármacos para el tratamiento de la acumulación vascular de colesterol asociada a la aterosclerosis. Está liderado por la biotecnológica Iproteos, con sede en el Parc Científic de Barcelona, y participan el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona (IIBB) del CSIC y el Centro de Regulación Genómica (CRG) de Barcelona.
Este sistema, basado en un nanodetector desarrollado por el Instituto de Microelectrónica de Madrid (CSIC), es más sensible que los métodos actuales, lo que permitirá detectar patógenos mucho antes.