Un trabajo demuestra el potencial de la encapsulación en cemento para gestionar residuos mineros que contienen antimonio, un contaminante tóxico considerado prioritario por la Unión Europea. Se ha conseguido convertir ese residuo tóxico en uno no tóxico y apto para rellenar minas.
En el Centro Nacional de Biotecnología desarrollan procesos industriales con huella nula de CO2 mediante la construcción de cepas recombinantes de cianobacterias. Han obtenido una cepa que a partir del CO2 produce sacarosa de forma eficiente, y que no necesita un ambiente con alta concentración de sal y estrés osmótico, por lo que su cultivo es más sencillo. Ahora trabajan para transferir el método a la industria.
30 años de R+D CSIC
Actualmente, la vigilancia ambiental implica el análisis de cualquier muestra (agua, alimentos, suelo…) y se ha pasado de analizar un número limitado de contaminantes a los análisis “non-target”, en los que analiza sin restricciones y se detecta casi todo lo que hay en la muestra. Y a niveles antes impensables: ahora se pueden detectar contaminantes a concentraciones de menos de 1 parte por billón.
30 años de R+D CSIC
En la lista de contaminantes a vigilar, los filtros solares son recientes. Hace 30 años no existía la tecnología para su detección ni las técnicas para ver su efecto en organismos vivos, pero tampoco se pensaba en buscarlos. El crecimiento exponencial de productos de cuidado e higiene personal que incorporan filtros solares ha disparado su investigación.
30 años de R+D CSIC
En 1998 se recogieron las primeras evidencias de que los peces de ríos europeos se estaban “feminizando” por culpa de los contaminantes estrogénicos que llegaban a través del agua residual. Actualmente, la vigilancia de aguas residuales cuenta con métodos para detectar estrógenos, drogas ilícitas, alcohol, fármacos, antibióticos…
En las últimas semanas se han puesto en marcha dos proyectos LIFE, uno para concretar una estrategia para la gestión de la flora exótica invasora, y otro para preservar ecosistemas acuáticos de alta montaña. En ambos casos, el objetivo final es preservar ecosistemas y especies endémicas.
Equipos del CSIC han desarrollado un sensor electroquímico desechable para detectar contaminantes en el agua. No se requiere ningún pretratamiento de la muestra y se puede analizar el agua al momento y sobre el terreno. El sensor se puede conectar a un dispositivo portátil, como el teléfono móvil, y no se necesita ningún tipo de formación específica para usarlo.
Ha sido utilizada en 21 espacios naturales clasificados como Áreas Importantes para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad en España, en el marco del proyecto Libera. Ha permitido detectar 59 contaminantes de distintos tipos y permitirá evaluar el impacto potencial de esta amenaza ambiental sobre la fauna de los ecosistemas acuáticos.
Los contaminantes estrogénicos dispersos en el medio ambiente son una causa de preocupación creciente. Un nuevo biosensor permite detectar específicamente los estrógenos estradiol y estrona en muestras ambientales y sin necesidad de laboratorios especializados, de forma rápida, eficaz y económica. La tecnología está disponible para su transferencia a la industria.
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