30 años de R+D CSIC
En la lista de contaminantes a vigilar, los filtros solares son recientes. Hace 30 años no existía la tecnología para su detección ni las técnicas para ver su efecto en organismos vivos, pero tampoco se pensaba en buscarlos. El crecimiento exponencial de productos de cuidado e higiene personal que incorporan filtros solares ha disparado su investigación.
Un trabajo de hace unos meses ha demostrado que los prados de posidonia del Mediterráneo reciben el impacto de contaminación por filtros solares desde hace 20 años. Imagen: CEAB/CSICUn trabajo muy reciente, publicado en Marine Pollution Bulletin, demostró que los prados de posidonia del Mediterráneo reciben el impacto de contaminación por filtros solares desde hace 20 años.
El estudio, con participación de Silvia Diaz-Cruz, investigadora del IDAEA-CSIC, se realizó en Mallorca. ¿Cómo pudo saberse que se estaba dando esa acumulación desde 20 años atrás? “En los rizomas de estas plantas marinas”, aclara la investigadora, “se puede ver su proceso de crecimiento y lo que han ido acumulando a lo largo de los años”.
Los filtros solares son contaminantes “nuevos”. Incluyen compuestos como la oxibenzona, la avobenzona, o la benzofenona-4, todas ellas moléculas que absorben la radiación UV. Los investigadores trabajan actualmente para esclarecer los efectos que tienen sobre los seres vivos. En el caso del mar, lugares como Hawai, Palau, y toda la costa mediterránea, tienen gran afluencia de turismo, por lo que la contaminación por filtros solares es alta y ello, a su vez, puede tener serios efectos sobre los ecosistemas.
En otros estudios desarrollados en Hawaii en los que participó Díaz-Cruz, se identificó la zona de duchas en playas como una nueva fuente de emisión de filtros solares (Journal Hazard Mater, 2022) y se pudo demostrar que las aguas de los arrecifes de coral de la zona tenían niveles altos de filtros solares y ponían en riesgo diversas especies coralinas (Chemosphere, 2021). Gracias a estos estudios se ha conseguido que se prohíba el uso de varias de estas sustancias en Hawaii y en Palau.
Una de las zonas de ducha en una localidad de Hawaii, detectadas como fuentes de contaminación por filtros solares.
Vista aérea de la ubicación de la zona de duchas y los puntos donde se detectó alta contaminación por filtros solares
Ahora se sabe más de su impacto en los seres vivos
El grupo de Diaz-Cruz también analiza la presencia de filtros solares en humanos, en placenta, leche materna y cordón umbilical. Se ha relacionado la presencia de estos compuestos con la endometriosis, baja calidad del semen, bajo peso al nacer, pubertad temprana y obesidad. En el medio ambiente, los científicos analizan aguas residuales, flora, fauna y productos agrícolas.
Otra línea en la que trabajan es en la detección y control de parabenos, como el metilparabeno o el benzylparabeno, conservantes que prolongan la durabilidad de los productos. Estos compuestos se hallan en los cosméticos, algunos son disruptores endocrinos y están relacionados con el cáncer de mama.
Se estudia la presencia de filtros solares en placenta, leche materna y cordón umbilical humanos, y se ha relacionado estos compuestos con endometriosis, baja calidad del semen, bajo peso al nacer y la obesidad
Ahora hay más información disponible de las sustancias que se introducen en el mercado, explica Diaz-Cruz. “Tenemos la normativa REACH, que entró en vigor en 2007 y obliga a analizar y evaluar el riesgo de las sustancias químicas que se producen”. Tal como indica la propia UE, para cumplir con las disposiciones del REACH las empresas deben identificar y gestionar los riesgos asociados a las sustancias que fabrican y comercializan en la Unión Europea. Deben demostrar cómo usar dichas sustancias de manera segura y comunicar toda aquella información relativa a las medidas de gestión de riesgos a las partes implicadas.
Así, apunta Silvia Diaz-Cruz, “antes se fabricaban productos sólo en función de las necesidades; ahora se tiene en cuenta también el impacto ambiental”. Además, la actual escasez de agua es determinante. “Antes no se reutilizaba el agua como ahora. Por eso necesitamos ir más allá en la depuración del agua para que sea nuevamente un recurso y no un residuo”. En ese sentido, el avance en las técnicas analíticas para la determinación de contaminantes ha ayudado mucho: tienen una mayor sensibilidad y resolución que hace tres décadas, lo que permite detectar y también identificar moléculas con mayor precisión y a concentraciones mucho más bajas.
Referencias:
Mediterranean seagrass Posidonia oceanica accumulates sunscreen UV filters. Nona S. R. Agawin et al, Marine Pollution Bulletin. https://doi.org/10.1016/j.marpolbul.2022.113417
Beach showers as sources of contamination for sunscreen pollution in marine protected areas and areas of intensive beach tourism in Hawaii, USA.
Downs CA et al. Hazard Mater. 2022 doi: 10.1016/j.jhazmat.2022.129546
Oxybenzone contamination from sunscreen pollution and its ecological threat to Hanauma Bay, Oahu, Hawaii, U.S.A.
Downs CA et al, Chemosphere. 2022 doi: 10.1016/j.chemosphere.2021.132880.