Científicos españoles han obtenido por primera vez una secuencia parcial del genoma antiguo del cerdo. Extraído de una hembra del siglo XVI del yacimiento del Castillo de Montsoriu (Girona), el estudio indica que este cerdo antiguo está estrechamente emparentado con el ibérico actual y descartan el cruce de cerdos asiáticos con los ibéricos modernos.
Cerdos ibéricos. Imagen: Carlos Urbina /Wikipedia.Aunque hay diversas teorías al respecto, se cree que los primeros cerdos domesticados por el hombre aparecieron en el Creciente Fértil (zona cubierta por Mesopotamia, Egipto y Persia) y en el centro de Europa, en algún momento del Neolítico. Desde allí, la domesticación del cerdo fue extendiéndose por el continente a lo largo de los siglos. ¿Cómo afectó la presión selectiva impuesta por los ganaderos a la evolución del cerdo? ¿En qué se parece el cerdo doméstico actual al doméstico de entonces o al salvaje?
Un estudio, publicado en Heredity, aporta nueva luz sobre aspectos evolutivos de la especie porcina, concretamente de la raza Ibérica, considerada representativa de las poblaciones originarias mediterráneas europeas. Liderado por Miguel Pérez-Enciso, investigador ICREA en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y el Centro de Investigación en Agrigenómica (CRAG), ha contado con la participación de investigadores del Institut de Biologia Evolutiva (CSIC-Universitat Pompeu Fabra) y del Centro Nacional de Análisis Genómico (CNAG).
La muestra está datada entre los años 1520 y 1550 aproximadamente, fecha anterior a la introducción del cerdo asiático en Europa -que se cruzaría con las razas locales europeas para dar lugar, posteriormente, a las razas internacionales actuales-, y contemporánea al inicio de la colonización de América. No es una muestra muy antigua pero es un primer paso con el que han demostrado, dice Carles Laueza, profesor de investigación del CSIC en el Instituto de Biología Evolutiva (CSIC-UPF), “que es posible obtener el genoma de esas antiguas muestras”. Es la primera vez que se obtienen datos genómicos de un animal doméstico antiguo.
“Pese a ser una sola muestra y estar muy fragmentada, la secuencia genética nos ha aportado información muy interesante -afirma Miguel Pérez-Enciso. En primer lugar, sabemos que no era un cerdo blanco, ya que le falta una duplicación del gen KIT que causa este color. Este hecho coincide con la mayor parte de representaciones pictóricas de la época donde sale este animal, que aparece siempre negro o con tonos rojizos. También hemos podido comprobar que está muy emparentado con los cerdos ibéricos actuales, en concreto con la estirpe Lampiña del Guadiana. Podemos decir que el cerdo ibérico actual se parece mucho al del siglo XVI y que no ha registrado cambios profundos en su genoma, por lo que serán necesarios más estudios para poder empezar a distinguir los ejemplares modernos de los antiguos”.
El estudio indica que se trata de un cerdo doméstico, ya que la muestra secuenciada presenta una serie de marcadores típicos de esta variedad y que son muy raros en el jabalí (especie precursora del cerdo doméstico); además, esto coincide con los registros históricos que muestran que la porcinocultura era una actividad importante del castillo. Pero también demuestra la existencia de cruces ocasionales entre el jabalí y el cerdo antiguo, tal como ha ocurrido también entre el jabalí y el cerdo ibérico actual.
Aplicaciones y futuro de la investigación
Oscar Ramírez, del Instituto de Biología Evolutiva, explica: “Los datos genómicos que hemos obtenido no cubren todo el genoma, porque la muestra era pequeña y estaba contaminada por genomas de otras especies (bacterias), lo que dificultaba la secuenciación. Pero ha sido suficiente para poder compararla con los genomas de cerdos criollos e ibéricos actuales, y hemos visto que el animal de Montsoriu se parece más a los segundos que a los primeros”.
Los llamados cerdos ‘criollos’ tienen su origen, supuestamente, en los antiguos animales que los colonizadores españoles llevaron a América, así que debería tener alguna similitud con el cerdo del siglo XVI. Pero los investigadores han demostrado que queda poco del legado ibérico en estos animales.
Los científicos saben que a lo largo del proceso de domesticación del cerdo se fueron dando cruces ocasionales entre los cerdos domésticos y los salvajes. Esta línea de investigación, concluye Carles Lalueza-Fox, “ayudará a diferenciar qué rasgos muestra el cerdo a lo largo del proceso de domesticación, cómo evolucionan a lo largo de la historia y cuáles de esos rasgos aparecen primero”. Se podrían hallar genes de interés, como genes de resistencia a enfermedades o genes asociados a diversas características físicas. “La idea es secuenciar, en el futuro, muestras más antiguas. Hay muestras suficientes y muy antiguas, que se remontan hasta el Neolítico inicial.”.
Genome data from a sixteenth century pig illuminate modern breed relationships. O Ramírez, W Burgos-Paz et al. Heredity.
http://www.nature.com/hdy/journal/vaop/ncurrent/full/hdy201481a.html