Científicos del Instituto de Microelectrónica de Barcelona (IMB-CNM-CSIC) y del Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología (ICN2) han desarrollado un iris dinámico que se adapta a la luz gracias a su composición y simula la respuesta real del ojo humano. Un polímero de aplicación oftalmológica para implementar en lentillas o prótesis oculares.
Modelo de iris dinámico sobre ojo artificial.Las actuales tecnologías oculares para la creación de iris dinámicos presentan dificultades en la adaptación a la luz, si bien se pueden adaptar en tamaño. Un nuevo material desarrollado por el CSIC y el ICN2 ha demostrado capacidad de adaptarse a la luz incidente y simular la respuesta real del iris en cualquier circunstancia.
El avance, para el que se acaba de solicitar la patente, se puede implementar en lentillas o prótesis y podría corregir deformaciones del ojo o problemas asociados a enfermedades oculares. La aniridia –enfermedad crónica caracterizada por la ausencia de iris–, el síndrome de Adie –trastorno neurológico que afecta a la pupila y responde a la luz más lentamente–, la anisocoria –asimetría del tamaño de las pupilas– o la pérdida de visión de un ojo –con la consiguiente necesidad de una prótesis– son algunos de los trastornos que se pueden tratar. En todos los casos, una mayor exposición a la luz o una exposición desigual acaban dañando la pupila.
“Estamos en la fase de desarrollo y vamos a seguir trabajando en las propiedades del material”, explica Mar Álvarez, investigadora del proyecto en el IMB-CNM-CSIC. “La adaptación a la luz es un problema habitual que sufren las personas que tienen una prótesis en un ojo, ya que se nota que los dos no actúan de la misma manera”, añade Álvarez sobre una de las aplicaciones. No se trata solo de un tema estético sino que, añade la investigadora, puede “generar inseguridad en la persona al hacerse visible que llevan una prótesis”.
El iris dinámico no necesitaría de intervención quirúrgica y su funcionamiento sería el de una lentilla de uso normal.
Este iris ha sido posible gracias a un material especial, un polímero que responde a la luz, absorbiéndola en un amplio rango del espectro y transformándola en calor. Estas características lo hacen candidato para otras aplicaciones como placas solares, sensores de radiación, termoeléctricos flexibles o energía fototérmica.
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