El proyecto OLEUM cuenta con un presupuesto de 5 millones de euros y la colaboración de 20 instituciones, entre ellas el CSIC, de 15 países. El objetivo del proyecto es verificar la calidad de los aceites y crear una red internacional de información del producto.
Detectar y combatir los fraudes y verificar la calidad de los aceites de oliva son los objetivos del proyecto europeo OLEUM, en el que colabora el Instituto de la Grasa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El proyecto se enmarca en el programa de la Unión Europea Horizonte 2020 para luchar contra el fraude alimenticio y se pondrá en marcha en enero de 2016, con una dotación de 5 millones de euros.
El consorcio está formado por 20 instituciones de 15 países. En el proyecto se desarrollarán métodos analíticos basados en nuevos marcadores que permitan detectar los procesos de desodorización del aceite; descubrir las mezclas ilegales entre aceite de oliva y otro tipo de aceites vegetales, y controlar la calidad.
OLEUM está coordinado por la Università di Bologna (Italia), cuenta con la participación de dos grupos del Instituto de la Grasa del CSIC, ambos presentes en los organismos reguladores del aceite de oliva, es decir, la Unión Europea y el Consejo Oleícola Internacional.
Wenceslao Moreda, investigador del CSIC y representante del organismo en el consorcio, dirige el grupo que se encargará de la autenticidad de los aceites mientras que el grupo de Diego Luis García, también investigador del CSIC, trabajará en el análisis sensorial.