El CSIC ha desarrollado un regulador de flujo de agua de riego por goteo formado por un recipiente atravesado por un tubo destinado a alojar un caudal de agua y un bloqueador de material hidrófilo. Permite controlar automáticamente la cantidad de agua que se suministra a una zona de riego de manera automática.
Imagen del reguladorA veces, las buenas soluciones son sencillas. Un equipo del Instituto de Ciencias Agrarias del CSIC, en Madrid, ha desarrollado un regulador de riego por goteo, sencillo y eficaz, que posibilita el ahorro de agua. Cuando el dispositivo detecta que en el depósito hay suficiente agua, interrumpe el goteo. Y al contrario, al detectar falta de agua, lo reanuda. Es aplicable tanto en el entorno doméstico, especialmente en periodos de ausencia prolongada, como en viveros, jardines públicos y similares. Se buscan empresas interesadas en la licencia de este modelo de utilidad.
El mecanismo consiste en un pequeño recipiente o contenedor con orificios, que tiene en su interior un tubo flexible por el que circula el agua, un tope rígido y un bloqueador hecho de material hidrófilo. Este dispositivo se sitúa en un depósito que recibe el agua para el riego (ver imagen). Cuando hay suficiente agua, esta penetra por los orificios y empapa el bloqueador, que al ser de material hidrófilo se hincha, aumenta su tamaño y empuja el tubo contra el tope, lo que bloquea el paso del caudal. Al secarse la zona de riego, el material hidrófilo libera el agua acumulada, lo que reduce su tamaño y, a su vez, libera la presión sobre el tope y el tubo, y reanuda el paso del caudal.
De esta manera, el regulador tiene una posición abierta, en la que se permite el paso del caudal, y una cerrada, en la que se bloquea el paso del caudal. Adicionalmente, puede estar en una posición intermedia, en la que el material hidrófilo no ha alcanzado un volumen máximo y permite parcialmente el paso del caudal.
Hay otros reguladores de riego por goteo que también usan material hidrófilo para controlar la cantidad de agua. Sin embargo, ubican este material en las proximidades de la boquilla de un tubo o bloqueando una zona de paso del agua, lo que hace que el material esté sometido al flujo constante de agua y se acabe deteriorando. Además, se requiere una precisión muy alta en el montaje para que funcione perfectamente y pueda llegar a bloquear el flujo de agua. La ventaja de este sistema es que el material hidrófilo no está en contacto con el caudal de agua.
Gracias a la configuración del regulador de agua, el riego se hace de manera automática. El dispositivo posibilita el riego autónomo de plantas en macetas, bandejas, jardineras, semilleros, etc., durante un tiempo cuya duración dependerá del tamaño del depósito o del sistema de abastecimiento de agua, la demanda de las plantas en cultivo y el ambiente.
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