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Última actualización: 29/04/2025 9:04

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Obtener productos farmacológicos de las garrapatas

Investigadores del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (IRNASA) han obtenido un método para detectar la garrapata blanda O. moubata. También estudian la saliva de ésta y otras garrapatas como fuente de moléculas de interés farmacológico.

 

La garrapata Ornithodoros moubata. Imagen: CSICLa garrapata Ornithodoros moubata. Imagen: CSICLas garrapatas blandas tienen una característica peculiar: una vez se han adherido al animal, se alimentan de la sangre del hospedador en menos de una hora, tras lo cual se desprenden y vuelven a su guarida. Esta rapidez hace que sea muy difícil detectarlas y saber, por ejemplo, si los animales de una granja corren el riesgo de sufrir una infección transmitida por las garrapatas. Al contrario, las garrapatas duras, las que normalmente se detectan en los perros y animales de granja, tardan días en alimentarse, y es fácil observarlas sobre los animales parasitados.

Un equipo de investigación del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (IRNASA) del CSIC ha desarrollado un método para detectar la presencia de la garrapata blanda Ornithodoros moubata, que transmite la peste porcina africana (PPA) a los cerdos. Lo han conseguido gracias a un antígeno de la saliva de la garrapata, la proteína TSGP1, identificado por los mismos investigadores.

O. moubata pica principalmente a los jabalíes verrucosos africanos (facoceros), a los cerdos domésticos y, cuando está presente en el entorno doméstico, puede picar a las personas. A las personas les puede transmitir Borrelia duttoni, la bacteria causante de la fiebre recurrente africana.

Cuando la garrapata pica al hospedador, le inocula una compleja mezcla de proteínas salivales, las cuales son reconocidas como extrañas por el cuerpo de dicho hospedador, que sintetiza anticuerpos frente a ellas. “Hemos visto que estos anticuerpos permanecen en niveles detectables en la sangre hasta 3 meses al menos, quizá más” explica Ricardo Pérez, el investigador principal del proyecto. Eso da una ventana temporal lo suficientemente amplia para plantear una estrategia de diagnostico y prevención.

Evaluar riesgos y prevenir la peste porcina africana

El método desarrollado por los científicos se basa en la detección de anticuerpos frente a la proteína de la garrapata TSGP1. El método puede ayudar a localizar las poblaciones de la garrapata y, sobretodo, a obtener un mapa epidemiológico de riesgo de la Peste porcina africana. Tal como explica Ricardo Pérez, se sabe que O. moubata está muy extendida en el centro, sur y este de África y en Madagascar pero “se desconoce su distribución pormenorizada”.

En España, el reservorio y vector del virus de la peste porcina africana es otra garrapata blanda, Ornithodoros erraticus. Esta enfermedad causó daños cuantiosos en España entre los años 60 y 80 y quedó erradicada en la década de los 90 gracias a un programa de prevención y control de la enfermedad que incluía la localización de las granjas colonizadas por O. erraticus y la aplicación en las mismas de medidas adicionales para evitar contactos cerdo-garrapata .

La localización de las granjas infestadas se llevó a cabo por serología usando como antígeno un extracto de las glándulas salivales de la garrapata. Desde entonces, los científicos han utilizado el extracto de Ornitodorus erraticus en estudios de localización de otra garrapata filogenéticamente próxima, Ornithodoros sonrai, que es el principal reservorio y vector del virus de la peste porcina africana en el oeste africano. En concreto, este estudio se realizó en el año 2009 en Senegal y sus resultados serán publicados próximamente.

“Son tan similares filogenéticamente”, explica Ricardo Perez, “que pudimos usar el extracto salival de O. erraticus para detectar anticuerpos anti-O. sonrai”, apunta Ricardo Pérez. Este tipo de detección cruzada es menos especifico, ya que lo que se detecta es la presencia de anticuerpos contra todo el paquete de antígenos del extracto de la garrapata, así que puede dar falsos positivos. Sin embargo, es una estrategia útil cuando las garrapatas son suficientemente parecidas desde un punto de vista antigénico.

Fármacos y vacunas de la garrapata

Aunque no lo parezca, la saliva de las garrapatas es una fuente potencial de valiosas moléculas con actividad farmacológica. De lo contrario, las garrapatas no podrían sobrevivir.

Tal como Ricardo Pérez explica, “cuando una garrapata pica, el cuerpo del hospedador pone en marcha una serie de respuestas defensivas (inflamatorias, inmunitarias y hemostáticas), encaminadas a evitar la pérdida de sangre y a combatir posibles infecciones. En consecuencia, para poder alimentarse, la garrapata tiene que contrarrestar esas reacciones defensivas. Para ello ha dotado a su saliva de moléculas antiinflamatorias, inmunosupresoras y antihemostáticas que inocula al hospedador durante la picadura para tomar toda la sangre que necesita y, además, pasar desapercibida.

Por eso, los investigadores están realizando estudios proteómicos y genómicos para identificar esas moléculas de interés farmacológico. También, si se entiende de qué forma la garrapata “desactiva” las respuestas defensivas del organismo hospedador, podrían desarrollarse vacunas anti-garrapata.

Contacto:

Juan P. Duque
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Delegación del CSIC en Castilla y León
Vicepresidencia Adjunta
de Transferencia de Conocimiento
Tel: 983 37 84 22