El nuevo material cerámico absorbe el 99% de las microondas y las transforma en calor, el cual revierte en el alimento. Desarrollada por el CSIC, la UPC y la spin-off Microbiotech S.L., esta cerámica puede permitir reducir las emisiones de CO2 generadas por los hornos de gas en la industria agroalimentaria.
Con el nuevo prototipo de microondas se espera conseguir el aspecto tostado que se consigue con hornos tradicionales.Es un dato poco conocido: las emisiones de CO2 debidas a la aplicación de procesos de cocción en la industria alimentaria suponen el 8,3% de todas las emisiones industriales, y el 1,3 % del total de emisiones. En 2014, en España, este sector emitió 253 mil toneladas de CO2 a la atmósfera, el 90% de las cuales venían de procesos de cocción, sobretodo hornos.
¿Se pueden reducir esas emisiones? Es lo que persigue un proyecto español, que tiene como objetivo estudiar si es viable la sustitución del gas en los procesos de horneado. El objetivo es usar la tecnología de microondas complementada con un transductor basado en un nuevo material cerámico.
“El transductor incluye un material cerámico que permite absorber el 99% de la radiación en el rango de microondas y la transforma en calor, el cual revierte en el alimento que debe ser horneado“, explica José F. Fernández, profesor de investigación en el Instituto de Cerámica y Vidrio del CSIC. Su equipo ha desarrollado y patentado el material, junto a investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y de la empresa Microbiotech S.L.
La tecnología podría ayudar a reducir las emisiones de CO2 generadas por la industria agroalimentaria
Los hornos microondas son rápidos y más eficientes en el uso de la energía. El inconveniente es que los productos horneados no tienen las cualidades organolépticas deseadas –no se consigue el aspecto ‘dorado’ asociado al horneado- y eso es un problema para los sectores de panadería, bollería, galletas y similares. Así que siempre se recurre a un grill eléctrico o, la opción más común, a los hornos de gas.
Pero el uso de hornos eléctricos es más compatible con el uso de tecnologías renovables, y abren el camino al posible autoabastecimiento, sin depender del combustible fósil.
En el proyecto HEFESTO se pondrá a prueba un prototipo de horno elaborado con el nuevo material cerámico. “Sabemos que es muy eficiente transformando la energía en calor pero ahora es necesario demostrarlo, y ver hasta qué punto es viable su implementación”, explica el investigador del CSIC. Para ello, se probará y comparará el prototipo, en condiciones idénticas de uso, con un horno industrial de gas. El funcionamiento del horno será ligeramente diferente al de un microondas tradicional, ya que el alimento recibe el calor que producen las microondas en la cerámica y no las microondas.
Con el nuevo material, el alimento recibe el calor que producen las microondas en la cerámica
El proyecto está liderado por I+dea, del Grupo SIRO (una de los principales firmas españolas de productos de panadería), y tiene como partners al Instituto de Cerámica y Vidrio del CSIC; el Instituto Universitario ITACA y el Instituto Universitario de Ingeniería de Alimentos para el Desarrollo, ambos de la Universidad Politécnica de Valencia; y Sistemas RBT, empresa de diseño y fabricación de maquinaria industrial, y experiencia en fabricación de microondas.
El proyecto HEFESTO está financiado por el programa Retos, del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, y con fondos FEDER de la UE.