Química Ofertas tecnológicas Ceramidas naturales de la lana para restaurar la barrera protectora de la piel
Ceramidas naturales de la lana para restaurar la barrera protectora de la piel
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24 Ene 2011
Un grupo de investigadores del CSIC ha desarrollado un método para extraer los lípidos internos de la lana, con una alta concentración de ceramidas de muchos tipos y muy similares a las humanas, y que podría aplicarse al tratamiento de pieles con problemas como las atópicas. La piel humana tiene entre 30 y 40 tipos de ceramidas que forman, junto a otros lípidos, una barrera protectora en su capa más superficial (el estrato córneo). Es gracias a esta barrera que se evita la pérdida de agua y la entrada de partículas extrañas, como contaminantes. La exposición excesiva a compuestos como los tensioactivos de los jabones o el contacto con sustancias irritantes acaban por deteriorar este efecto barrera, lo que desemboca en problemas de pieles sensibles, atópicas, eczemas...
En algunos de estos casos es muy complicado restaurar el efecto barrera de la piel, más incluso si la exposición a los agentes causantes no se puede interrumpir, y se acaba recurriendo a tratamientos con cortisona, que tratan el síntoma pero no van a la raiz del problema.
Para restaurar el efecto barrera, una de las soluciones es aportar a la piel nuevas cerámidas. No obstante, los productos que actualmente se hallan en el mercado contienen un tipo o, a lo sumo, dos tipos de ceramidas, que es lo que normalmente se puede obtener por la via de la síntesis química o la biotecnología.
Un grupo de investigadores del Instituto de Química Avanzada de Catalunya del CSIC ha desarrollado un método para extraer los lípidos internos de la lana, un producto que contiene una alta concentración de ceramidas de muchos tipos que son, además, muy similares a las ceramidas que se hallan en las uñas, el cabello y la piel humanas.
Pruebas realizadas sobre voluntarios sanos han podido demostrar que los estos lípidos, estructurados como liposomas, tienen un efecto reparador y protector de la piel, que favorece la función barrera y aumenta la hidratación cutánea. “Tras diez días de aplicación, vimos que en los voluntarios que habían usado nuestros lípidos, la aplicación de tensioactivos del jabón dañaba menos la piel”, explica Luisa Coderch, investigadora del CSIC y lider del proyecto. Esta experta añade que, al tratarse de un producto tan rico en cerámidas, en la actualidad se está estudiando la viabilidad del producto como tratamiento de las pieles enfermas como atópicas o psoriaticas que tienen una falta de estos compuestos.
Proceso ambientalmente respetuoso
Los lípidos internos de la lana tienen una composición muy rica en colesterol, ácidos grasos y ceramidas. Estos lípidos internos normalmente no se aprovechan (de la lana normalmente se extrae la lanolina) y tampoco existe un procedimiento para su extracción. El método desarrollado por los investigadores del CSIC se basa en el uso de fluidos supercríticos, un tipo de extracción ambientalmente respetuosa que tiene un buen rendimiento y no genera residuos contaminantes.
El proceso se aplica a la lana lavada, de la que ya se ha extraido la lanolina, y permite obtener un producto muy rico en ceramidas a un coste entre cuatro y seis veces menor que el coste de obtener un producto similar a través de la biotecnología o la síntesis. Se trata efectivamente de un procedimiento económicamente rentable porque si bien es verdad que las instalaciones de fluidos supercriticos son caras, aclara Maria Luisa Coderch, lo cierto es que el método requiere poca energía, la materia prima (la lana) es barata y, si no se dispone de las instalaciones, existen centros que hacen extracciones con supercríticos a demanda de las empresas. La lana resultante se puede seguir utilizando en el procesado textil, aunque es menos suave que la que conserva los lípidos internos.
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Institut de Química Avançada de Catalunya
Isabel Massip
93 400 61 00
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