El primer óxido de cobre y plata conocido, descubierto en el Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (CSIC), puede abaratar y simplificar los procesos de fabricación de plásticos.
Investigadores del Instituto Eduardo Torroja han desarrollado un nuevo procedimiento para el tratamiento de las cenizas resultantes de la incineración de residuos sólidos urbanos. Permite obtener de las cenizas hidrógeno y zeolitas.
El conocimiento de la estructura cristalina de una material permite prever, hasta cierto punto, su comportamiento. También permite optimizar el material para la aplicación prevista o incluso encontrar nuevas aplicaciones.
En el ICMAB han desarrollado un limitador de corriente superconductor para proteger la red eléctrica en caso de cortocircuito. Mucho más rápido que los actuales interruptores de protección, es el primer prototipo en todo el mundo de una tecnología emergente que transformará la distribución eléctrica.
El hidrógeno es un gas que representa una forma de energía renovable y limpia. Pero su uso dependerá de que se supere el desafío de almacenar y transportar grandes cantidades de hidrógeno de una forma segura. Los nanotubos podrían ser la solución.
El boro permite «construir» compuestos "a medida", con las características que se deseen: solubles en agua, insolubles, con propiedades tensioactivas, ópticas, eléctricas, conductoras, etc. Ello facilita mucho la adaptación de la sustancia a diferentes tipos de materiales, entornos y, en definitiva, aplicaciones. Desde membranas y catalizadores hasta tratamientos contra el cáncer.
Un equipo de investigadores del Laboratorio de Materiales Orgánicos del Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB-CSIC) ha desarrollado, conjuntamente con Carburos Metálicos, un método basado en el uso de CO2 supercrítico que permite obtener micro y nanopartículas de hasta 0,1 micras de tamaño de compuestos orgánicos o inorgánicos de forma sencilla, económica y en un solo paso de producción.