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Estrógenos, drogas y fármacos en el agua residual

30 años de R+D CSIC

En 1998 se recogieron las primeras evidencias de que los peces de ríos europeos se estaban “feminizando” por culpa de los contaminantes estrogénicos que llegaban a través del agua residual. Actualmente, la vigilancia de aguas residuales cuenta con métodos para detectar estrógenos, drogas ilícitas, alcohol, fármacos, antibióticos… 

En estos últimos años ha habido una explosión de estudios a nivel mundial que analizan en agua residual distintos biomarcadores que permiten investigar la exposición a contaminantes ambientales y el estilo de vida de la poblaciónEn 1998 un equipo del Departamento de Química Ambiental del entonces Instituto de Investigaciones Químicas y Ambientales de Barcelona (IIQAB) , recogió las primeras evidencias de que las carpas del río Anoia (afluente del Llobregat) se estaban feminizando a causa de la contaminación por compuestos estrogénicos. Estos últimos son disruptores endocrinos que mimetizan las hormonas femeninas, provienen de la contaminación urbana e industrial y pueden tener efectos sobre la biodiversidad, los animales y las personas.

Los resultados, publicados en el año 2000, demostraron por primera vez el impacto de esa contaminación en peces en España. También fue el primero de una serie de estudios similares en otros puntos del continente. Miren López de Alda, investigadora del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC), participó en aquel estudio.

“Gracias a esos trabajos, destaca, los alquilfenoles - que son poderosos disruptores endocrinos- se han incluido en la lista de contaminantes prioritarios que deben ser controlados”, explica. Por su parte, el estradiol y la estrona (estrógenos de origen natural pero que también pueden proceder de fármacos), fueron incluidos por la UE en la llamada Watch List (WL) de las sustancias que se vigilan con vistas a su regulación.

Una visión general de la investigación en química ambiental en el año 1993, en un artículo firmado por el entonces Delegado del CSIC en Cataluña, Joan Albaigés

El mismo grupo inició en 2008 una investigación con el primer método on-line (desarrollado por ellos) para detectar drogas ilícitas en aguas residuales. En 2011, formaban parte del grupo de once laboratorios que monitorizaron por vez primera la presencia de drogas en el agua residual de 19 ciudades europeas. En 2012 realizaron el primer estudio llevado a cabo a nivel mundial para investigar el consumo de drogas en un centro penitenciario.

También han trabajado en la detección de alcohol y de citostáticos (fármacos contra el cáncer). “Para muchos de estos compuestos, los métodos de análisis desarrollados y los estudios realizados por nosotros en distintos compartimentos ambientales (aguas, sedimentos, aire, etc.) son los primeros descritos a nivel mundial”, apunta López de Alda.

El gran salto: análisis ‘non-target” que detectan casi todo

En estos últimos años, apunta la investigadora, “ha habido una explosión de estudios a nivel mundial que analizan en agua residual distintos biomarcadores que permiten investigarla exposición a contaminantes ambientales y el estilo de vida de la población”.

Y destaca que si antes la investigación estaba dirigida a buscar unos contaminantes concretos, en función de los conocimientos y la técnica disponible, actualmente la tecnología permite realizar análisis “non-target”, es decir, analizar una muestra de agua y detectar miles de posibles contaminantes presentes en la misma.

Esto es posible gracias, no sólo a una mejor tecnología, sino también a la colaboración entre laboratorios que comparten sus datos en bibliotecas de espectros de masas (algo así como las “huellas digitales” de las moléculas). Un paso de gigante.