¿Cómo afecta el tráfico a los diferentes niveles de contaminación del aire?

Un análisis encabezado por el Instituto de Diagnóstico Ambiental y de Estudios del Agua (IDAEA-CSIC) desvela cómo varían los niveles de contaminación del aire en las ciudades. El estudio, que se ha ocupado de medir los niveles de Barcelona, ha valorado la calidad del aire según las distancias de las vías de tráfico y las diferentes alturas de los edificios en la ciudad.

La ciudad de Barcelona ante los niveles contaminación del aire.El tráfico de los coches es uno de los parámetros que provoca una mayor contaminación en la calidad del aire de las ciudades. La investigación, publicada en la revista Science of the Total Environment, revela que las calles estrechas cercadas por altos edificios empeoran la calidad del aire por dificultar la dispersión de los contaminantes. En algunas calles se produce un efecto “cañón” por el que se acumula un mayor número de contaminantes nocivos a un lado de la vía.

El estudio pone en perspectiva las emisiones del tráfico en la ciudad, donde la contaminación por dióxido de nitrógeno (NO2) no se ha reducido en los últimos años. Además, el 65% de los vehículos en circulación todavía funcionan con diésel.

“La administración tiene un papel fundamental en la reducción de emisiones”, indica Fulvio Amato, uno de los coautores del trabajo. “El ciudadano tiene derecho a respirar aire que no perjudique su salud y es obligación legal de las administraciones respetar y proteger este derecho, aunque el ciudadano no lo pida expresamente”, prosigue.

“Se ha demostrado que la principal fuente de contaminación es el tráfico local, por lo que hay que actuar en esa dirección, con medidas que pueden parecer impopulares en un primer momento, pero que devolverían mucha calidad de vida y salud a la ciudadanía”, apostilla el investigador.

Es necesario ofrecer una alternativa válida al coche para reducir las emisiones

Amato explica que las recomendaciones dependen de cada caso, pero que “un potenciamiento significativo del transporte público y la creación de peajes urbanos” son las actuaciones más eficaces cuando el problema es la superación del límite anual de emisiones de NO2. También indica que es necesario ofrecer una alternativa válida al coche, así como “facilitar los desplazamientos no motorizados”, tanto en bicicleta como a pie.

Más allá del papel de las administraciones, la conciencia pública sobre los efectos de la contaminación en la salud es fundamental para que se lleven cabo las medidas necesarias para reducir emisiones.

Artículo de referencia: https://doi.org/10.1016/j.scitotenv.2019.05.434

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