Proyecto para conocer y mejorar la calidad del aire en el metro

Un proyecto europeo desarrollará estrategias para mejorar la calidad del aire en los sistemas de la red de metro de todo el mundo.

Tomando muestras de aire en el metro de Barcelona. El mayor reto del siglo XXI para la calidad del aire en nuestras ciudades es la contaminación producida por el tráfico rodado. En contraste, los sistemas de metro proporcionan un transporte urabano más limpio medioambientalmente, al permitir que un gran número de personas se muevan a través de la ciudad de manera eficiente y sin contaminar el aire de la ciudad. Sin embargo, si bien sabemos que el aire exterior de la ciudad está contaminado, aún no conocemos como es el aire que se respira en el metro. ¿Llega la contaminación del tráfico a través de los túneles a las estaciones de metro? ¿Afecta el movimiento de los propios trenes a la calidad del aire en los túneles y andenes?

Con el fin de responder a estas preguntas, el Grupo de Investigación del CSIC en Calidad del Aire del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA) del CSIC, en estrecha colaboración con la autoridad local de transporte Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), está estudiando en la actualidad el aire del metro de Barcelona.

Los resultados obtenidos hasta el momento indican que la calidad del aire en las estaciones es muy variable, dependiendo de la compleja interacción de factores tales como el diseño de la estación y de los sistemas de ventilación, e incluso de la química de las pastillas de freno utilizadas por los trenes. La frecuencia de trenes, el número de personas en el andén, la profundidad de la estación y su acceso a las calles con tráfico intenso, afectan además la calidad del aire de este transporte.

La cuestión de la calidad del aire en el transporte ferroviario subterráneo no es trivial: cientos de millones de viajeros en ciudades de todo el mundo utilizan este tipo de sistema a diario, por lo que es probable que cualquier mejora en andenes e interior de trenes produzca beneficios significativos para la salud. En este contexto, la Unión Europea ha concedido recientemente un proyecto LIFE para el grupo de Barcelona del CSIC y TMB con el objetivo claramente definido de la creación de estrategias para caracterizar y mejorar la calidad del aire en los andenes del metro y trenes.

El proyecto se llama IMPROVE (Implementación de metodologías y prácticas para reducir la contaminación del aire del entorno subterráneo) y será dirigido por la investigadora Teresa Moreno, quien comentó: "IMPROVE se sumará a la visión integrada general de nuestro grupo de investigación IDAEA-CSIC para ayudar a mejorar el aire de la ciudad, tanto encima y debajo de la superficie".
Un aspecto innovador del proyecto IMPROVE LIFE será la estrecha colaboración entre una empresa de transportes y un grupo de investigación del gobierno. Transports Metropolitans de Barcelona está firmemente comprometida con la causa ambiental y llevan trabajado en estrecha colaboración con el equipo del CSIC desde hace varios años.

Los resultados del proyecto IMPROVE LIFE se comunicarán internacionalmente a través de reuniones locales y conferencias internacionales. Se elaborará un documento sobre la estrategia apropiada para conseguir la mejor calidad del aire en los sistemas de transporte subterráneo que  será distribuido a las autoridades de transporte más representativas de todo el mundo. Aparte de la importancia obvia en Europa, donde alrededor de 60 ciudades tienen sistemas de metro, el grupo CSIC está particularmente interesado en la comunicación de sus resultados a los países del este de Asia, especialmente Japón, Corea del Sur, y, sobre todo, China, que está construyendo rápidamente nuevos sistemas de metro en sus megaciudades.

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