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SCARCE: cómo gestionar el agua dulce en condiciones adversas

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SCARCE estudia las diferentes posibles evoluciones de cuatro cuencas de la península ibérica en diferentes escenarios de cambio climático: el Llobregat, el Ebro, el Guadalquivir y el Júcar. El objetivo de este proyecto es desarrollar herramientas de ayuda a la toma de decisiones, que permitan anticiparse a los problemas, y que estarán a disposición de las entidades que deben gestionar recursos hídricos, tanto confederaciones hidrográficas, como empresas y entidades que gestionan embalses y presas, o comunidades de regantes.

 

Un investigador coge muestras de sedimentos en el río Ebro, en Logroño. Imagen: CSIC ¿Cuáles serán los efectos del calentamiento global sobre la disponibilidad de agua dulce en la península ibérica? Prever los diferentes escenarios desencadenados por el cambio climático y tener modelos de gestión adecuados es el objetivo del proyecto SCARCE, coordinado por el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA) del CSIC. Con un presupuesto de 4 millones y medio de euros, en el proyecto trabajarán 12 grupos de investigación de 11 instituciones españolas. La investigación, iniciado este año, se extenderá hasta el 2014 y servirá para mejorar la gestión de los ríos y la disponibilidad de agua dulce, por lo que habrá una importante interacción entre los científicos y los responsables de la gestión de las cuencas hidrográficas. SCARCE estudiará cuatro cuencas de la península ibérica: las del Llobregat, el Ebro, el Guadalquivir y el Júcar.

Además del IDAEA, que lidera el proyecto, participan el Instituto Catalán para la Investigación del Agua (ICRA), las Universidades de Barcelona, Politécnica de Cataluña, de Valencia, del País Vasco, Rovira i Virgili, de Lleida, Politécnica de Valencia, Politécnica de Madrid, y el Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (CSIC).

Cambio climático, muchos contrastes

Hay un acuerdo general en que el calentamiento global conllevará muchos contrastes. En general, se prevé una mayor escasez de agua y un descenso en las precipitaciones, pero también habrá momentos puntuales donde se dará un exceso de lluvias, riadas e inundaciones, lo que no significa necesariamente más agua de buena calidad disponible.

Una de las primeras partes del trabajo, explica Alicia Navarro, coordinadora de SCARCE e investigadora al Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del CSIC, es el trabajo de campo, recoger muestras en los ríos que contemplan diferentes aspectos: la presencia de contaminantes químicos, la biodiversidad presente, el estado biológico del río, las condiciones de los sedimentos y las modificaciones morfológicas del río, entre otros.

En el proyecto se desarrollarán sistemas de ayuda a la toma de decisiones, destinados a entidades que gestionan recursos hídricos

Con esta información, los investigadores trabajarán a nivel de laboratorio, imitando las condiciones de vida en cada uno de los ríos estudiados y su evolución en diferentes condiciones. El objetivo es obtener modelos de cómo puede evolucionar un río bajo la presión de determinados factores, lo que permitirá prever los futuros escenarios.

Así, explica Alicia Navarro, si se sabe la morfología del río, el estado de los sedimentos, donde están situados y los contaminantes que contienen, se puede prever el efecto de las riadas sobre los sedimentos y sobre el hábitat de la ribera. "Uno de los aspectos que estudiaremos son los contaminantes presentes en los sedimentos y su comportamiento: si se degradan fácilmente o no, si se disuelven rápidamente en el agua, si se bioacumulan en los peces...". Esto ayudará a anticipar los efectos de diferentes situaciones. Si hay poca agua, explica esta investigadora, los contaminantes están más concentrados y se acumulan más en los sedimentos. Pero en el caso de riadas, las turbulencias remueven los sedimentos y los contaminantes se vuelven a disolver, lo que afecta de rebote a la biodiversidad del río, a la calidad del agua que llega a las potabilizadoras y al agua de riego". Parte del trabajo también será identificar las zonas especialmente sensibles de las cuencas de estudio.

Sistema de ayuda a la toma de decisiones

Se espera, al final de proyecto, obtener unas herramientas que ayuden a mejorar la gestión. Se trata de aplicar modelos matemáticos y estadísticos que extrapolan las variables estudiadas en diferentes posibles escenarios, y así disponer de unos sistemas informáticos de ayuda a la toma de decisiones. En el caso de SCARCE, se quieren desarrollar dos sistemas de ayuda que se complementarán: Aquatool, centrado en la disponibilidad de agua y recursos relacionados en diferentes escenarios, y INVEST, centrado en la cuantificación económica de los servicios de los ecosistemas de estos ríos.

Estas herramientas dispondrán de la información obtenida en el proyecto, las consecuencias de los diferentes escenarios sobre cada uno de los ámbitos estudiados y, por tanto, "pueden y permitirán anticiparse a los problemas y mejorar la gestión de las cuencas hidrográficas", enfatiza Navarro. La información y las herramientas generadas a SCARCE serán de utilidad para todas las entidades que gestionan recursos hídricos, tanto las confederaciones hidrográficas, como las empresas y entidades que gestionan embalses y presas, o las comunidades de regantes.

Web de SCARCE