Simulación informática para reinterpretar la historia

Si la interpretación de la historia más reciente no es sencilla y depende de los datos disponibles ¿por qué ha de ser más sencilla la interpretación de la historia más antigua? De hecho, hay hallazgos que contradicen las teorías más extendidas sobre la historia de la humanidad. ¿Pueden las nuevas tecnologías y las herramientas de simulación ayudar a reinterpretar la historia? ¿Y a entender el comportamiento de la sociedad, en el pasado y ahora? Es lo que persigue Simulpast, un proyecto Consolider.

El objetivo de Simulpast (acrónimo de “Transiciones sociales y ambientales: simulando el pasado para entender el comportamiento humano”, en inglés) es el desarrollo de una metodología innovadora e interdisciplinar dirigida a modelizar y simular las sociedades del pasado, y su interacción con el medio ambiente.

El reto es consolidar una nueva línea de investigación en el uso de modelos formales y de simulación para investigar el pasado de las sociedades humanas, y en consecuencia, alcanzar una mejor comprensión del presente.

El proyecto, con una duración de cinco años, está financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación en el marco del programa Consolider-Ingenio 2010. Cuenta con la participación de 11 grupos de investigación de 7 instituciones, con más de 60 científicos de diferentes ámbitos (arqueología, antropología, ciencias de la computación, ciencias ambientales, física, matemáticas y sociología). Esta liderado por la Institución Milà i Fontanals del CSIC.

Concretamente, el proyecto se centrará en la definición de las líneas maestras de la simulación en humanidades. Lo que será posible gracias a la integración de diversos grupos de investigación especializados en ciencias sociales, humanidades y ciencias de la computación.

Los modelos computacionales y los sistemas de simulación complejos han dominado el debate científico durante la última década, generando novedosos resultados en diversas ramas de las ciencias naturales, de los cuales han nacido disciplinas científicas totalmente nuevas, como la bioinformática, la geoinformática o la informática de la salud.

En el campo de las humanidades, curiosamente, las tecnologías de simulación siguen siendo un reto y sólo unos pocos equipos en todo el mundo están desarrollando programas de investigación en esta línea. En historia, y más concretamente en arqueología, la creación de una metodología de simulación presenta una oportunidad única en el desarrollo y validación de nuevas hipótesis, técnicas y de nuevos enfoques, no sólo con el fin de mejorar la investigación del pasado, sino también para conseguir entender mejor el mundo actual.

En última instancia, el objetivo de la arqueología es entender las formas de organización y vida del pasado que han desembocado en nuestro presente actual. Para simular el pasado se utilizará la simulación informática, a modo de laboratorio virtual en el que se aplicarán diferentes técnicas para la formalización y falsación de las distintas hipótesis científicas postuladas respecto a las trasformaciones sociales. Los diferentes casos de estudio que conforman la empiria del proyecto servirán para validar y perfeccionar el modelo.

La combinación de datos arqueológicos, paleoambientales y climáticos, conjuntamente con la supercomputación, es la aproximación metodológica más potente para el desarrollo de la simulación social. El elemento clave de este enfoque es el feedback entre la constante actualización de las hipótesis de partida y la consecuente reformalización de los modelos. Para el desarrollo de este feedback, sobre la base de modelos corroborables y/o falsables, se deben abordar casos de estudio específicos.

Así, y partiendo de una selección de casos de estudio, el proyecto intentará averiguar cómo era la dinámica socio-económica entre sociedades cazador-recolectoras, agrícolas y ganaderas en el norte de Gujarat (India). O de qué forma y porqué las sociedades cazadoras-recolectoras de la Patagonia (Argentina) evolucionaron hacia estructuras socio-económicas más complejas hace 6.000 años. O cuál fue el papel social de la agregación y la cooperación entre personas en la historia de la sociedad Yámana, en Tierra del Fuego.

Más lejos en el tiempo, en excavaciones en Siria, otro equipo estudiará cómo se transformaron las últimas sociedades cazadoras-recolectoras en las primeras comunidades agrícolas y ganaderas, hace entre 14.000 y 8.000 años.

Estos casos de estudio permitirán validar, y en su caso, consolidar el marco teórico y metodológico y redefinir los objetivos de la modelización y de la arqueología. La definición de tales objetivos, se obtendrá mediante el trabajo arqueológico y paleoambiental, detallado tanto a pequeña escala, en cada sociedad y caso de estudio local, como mediante bases de datos empíricos a escala continental.

Los resultados finales esperados son:

1. La definición de un conjunto de directrices para el desarrollo tecnológico y la transferencia de conocimiento para la simulación social.

2. La validación de nuevos paquetes de software para la simulación social.

3. Una mejor y más amplia comprensión de los procesos de transformación social.

4. La generación de nuevos grupos de investigación innovadores y transdisciplinarios.

¿Porqué una investigación de este tipo? Tal como explica Ivan Briz, investigador ICREA en la Institución Milà y Fontanals del CSIC, y responsable de uno de los equipos participantes, “algunas de nuestras interpretaciones de la historia son hipótesis, y queremos explorar si son potentes o no. Ponerlas a prueba en la simulación, además de, posteriormente, con los materiales y contextos arqueológicos.” Se trata, añade, de “comprobar si aquello que pensamos que hacía la sociedad era factible o no, y de ver si nuestras explicaciones sobre cómo era la sociedad las podemos poner a prueba mediante herramientas de simulación”.

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