Hearten, una app de ayuda al tratamiento de la insuficiencia cardiaca

Hearten es un proyecto financiado por la Comisión Europea con el que se persigue desarrollar nuevas aplicaciones móviles de salud (mHealth). Se quiere desarrollar un dispositivo para mejorar el cumplimiento de los tratamientos médicos. 

 

Uno de los biosensores podría ser colocado en una taza, para analizar biomarcadores en la saliva del paciente. La insuficiencia cardiaca afecta al 16% de los mayores de 65 años. La calidad de vida de los enfermos crónicos depende en la mayoría de los casos de cumplir con el tratamiento y de unos hábitos de vida saludable. En Hearten se está diseñando un sistema para que el paciente y los profesionales sanitarios tengan información a tiempo real de las constantes vitales del enfermo a través del teléfono móvil.

La investigación están siendo desarrollada por un consorcio europeo formado por doce socios: el Instituto de Microelectrónica de Barcelona-  Centro Nacional de Microelectrónica (IMB-CNM) del CSIC, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) y la consultora Everis (en España); La Universidad de Pisa, SESA NV Srl y YourDATA (Italia);  la Universidad Claude Bernard Lyon1 y Lyon Ingeniere Projects (Francia); AppArt y Foundation For Research and Technology Hellas (Grecia); el Medical Center de la Universidad de Rostock (Alemania); y Caredome Patient Support and Healthcare Solutions (Portugal).

“La idea es conectar un dispositivo al teléfono móvil”, según indica Joan Bausells, responsable de la investigación en el IMB-CNM. Este centro del CSIC se encarga de la fabricación del chip del sensor y del dispositivo inalámbrico que transmitirá los datos.

El sistema será parecido a los glucómetros que se emplean para medir los niveles de glucosa en sangre. En éstos se utiliza una tira reactiva, en la que se coloca la sangre, que luego se conecta al aparato medidor.

De forma similar, en Hearten dos biosensores transmitirán datos del paciente al teléfono móvil, el cual enviará a su vez la información al hospital a través de una app. Un biosensor analizará el aire espirado por el paciente. El otro sensor, que los científicos están pensando en colocar en una taza, analizará la saliva del paciente cuando él o ella beba de la taza. En ambos casos, los biosensores analizan moléculas cuyas concentraciones varían cuando la afección empeora, actuando así como biomarcadores. 

Además, otros sensores medirán el ritmo cardíaco, la presión arterial y la actividad física del usuario. Todos estos datos se integrarían con su perfil nutricional y control de peso

“En estos momentos la investigación se está poniendo en marcha y se están empezando a fabricar los primeros biosensores,” añade Joan Bausells. ste es un proyecto incluido en el Programa Marco de Investigación e Innovación de la Unión Europea, Horizonte 2020, que comenzó en enero se prevé tenga una duración de tres años.

Página del proyecto: http://www.hearten.eu/

 

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